… donde los astros están alineados. Donde a pesar de haberte quedado hasta las 3 jugando al poker con tus amigos (y haber perdido, no demasiado, pero lo suficiente para un «Desafortunado en el juego…»), te despertás temprano, descansado, de buen humor. Donde el día arranca con el tema musical adecuado (ese que ya bajaste tres veces y nunca parecía funcionar), los trámites duran poco, la mañana te sonríe.
Los camiones de mudanza y calor te recuerdan que es época de cambios. Basta de hacer balance. Basta de prólogos y epílogos: una nueva temporada da comienzo. La aventura está al acecho, con dos compañeros de lujo (a falta de uno) y tres más que pueden sumarse. El guionista afina la pluma y espera el guiño cómplice…
… desde acá abajo, alguien acepta el desafío.